sábado, 19 de junio de 2010

El río

Puente del Siglo XVII, se levanta sobre aguas del Tajuña.
Es un afluente del río Jarama, que nace en Maranchón (Guadalajara). Aguas abajo discurre entre laderas, formando el valle de verdes vegas y frondosas huertas.
El Tajuña se une al Jarama en el pueblo de Titulcia (Madrid).
Sus laderas y valles han podido ser habitadas desde la edad del Bronce, la importancia estriba en sus ricos y fértiles suelos.
En la localización, servía de defensa a los pueblos asentados en dichas laderas.
En época romana, el valle estaba más despoblado, y los campamentos encontrados pertenecen a épocas posteriores al siglo I. El valle era simplemente un paso más a las vías que se dirigían al norte de Hispania, de ahí que existan pocos restos romanos. 


El paisaje que pudieron ver los romanos en este valle, y alrededores del río era una zona boscosa, en la que predominaba las especies de flora y fauna mediterránea, muy distinto al actual estado del valle.






Aunque todavía se pueden observar sus encinas y alcornoques, jaras y retamas, y otras especies de flora características.



























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Los valles siempre verdes

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